El Supra dio en realidad sus primeros pasos en el mercado japonés como Celica XX (Celica Supra en otros mercados) en 1978. Se trataba de una variante más larga, ancha y potente del Celica, con un afinado motor de seis cilindros y un porte más lujoso, perfecto para el floreciente mercado de los turismos en Norteamérica.
En 1982, el Supra llegó a Europa con una imagen totalmente nueva basada en la tercera generación del plataforma del Celica. Con sus prominentes y agresivos pasos de las ruedas y sus espectaculares faros frontales elevables, además de un indefectible potente motor, el Supra atraía las miradas y encajaba a la perfección con el diseño y la cultura de los ochenta.
La esperadísima cuarta generación del Supra, aparecida en 1993 con un largo capó y unas líneas muy fluidas, debía mucho a las raíces del 2000GT. El uso de materiales ligeros —incluso las fibras de las alfombras eran huecas para reducir la masa— ayudó a los ingenieros a recortar el peso 100 kg en comparación con su predecesor. Al añadir a la mezcla el potente motor de 3 litros con doble turbocompresor del Supra, el resultado era explosivo; el recién llegado japonés llegaría a quitar el sueño a fabricantes de supercoches italianos y alemanes.
Además de cosechar muchos éxitos automovilísticos entre 1995 y 2003, incluida la participación en las emblemáticas 24 Horas de Le Mans, el vertiginoso ascenso al Pikes Peak y un gran número de campeonatos nacionales e internacionales, el Supra se has ganado un lugar en la leyenda entre los fans de Toyota, y entre los aficionados a la personalización de vehículos y al mundo del motor en general en todo el mundo.
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